Investigadores como Ibrahimova; Gorb cheva;
Tsivaniuk; Solovi¢va; Zaporozhete; Licenko (citados
por kraftchenko y
Cruz, 1995). Identifican;
estas etapas son las siguientes.
Para comprender la forma en que los niños desarrollan la
capacidad de comprender el
contenido de un
regla; las etapas que se caracterizan
por la superación progresiva
de las dependencias simpráxicas
DE LOS 2 A 3 AÑOS
Ibrahimova (op cit,
1995) considera que
los niños de
(2-3 años), se
caracterizan por el
hecho de que
ellos realizan, actos,
generalmente inducidos por las indicaciones
de los adultos.
Los niños a esta edad
no logran restringir sus impulsos;
cuando realizan acciones positivas no comprenden
la necesidad de las mismas, no se dan cuenta de su importancia para
otras personas, no
las evalúan como
acciones favorables.
Las primeras acciones
que objetivamente encierran el cumplimiento de
ciertas normas éticas,
aunque sean las
más elementales, surgen al
final de la
primera infancia. Y
surgen sobre la base del sentido de
la simpatía y
de la compasión
(Licenko, op. cit, 1995).
DE LOS 3 A 4 AÑOS
En niños de 3 a 4 años (Gorbacheva, op cit), se sigue observando
una dependencia simpráxica, el niño asimila la regla a partir
de la acción y su dependencia a
la situación concreta; la regla se interpreta
por la actuación que
los demás hacen en relación a
la regla
y la relación
de esa conducta realizada por
los demás y la suya misma.
El niño interpreta
la regla por la
relación que hace de su conducta con los
demás. Si sus compañeros se portan bien, porque siguen las
reglas, y el se
porta como sus compañeros, entonces se porta bien, y sigue las reglas.
La conducta sujeta a reglas, solo es comprendida por el
niño, en la acción. Pero en su conciencia la conducta dirigida por reglas, sólo es comprendida por la
conducta de los demás.
Por otro, Ya los niños de
3 a 3.5 años hacen, en lo
fundamental, una evaluación correcta,
que corresponde a la realidad, de
las acciones de los
Modelos Orientadores de
Conducta (MOC) (Tsivaniuk, op
cit, 1995).
La apreciación
de la regla
se da en
base al traslado de su
actitud emocional hacia el MOC, y a sus actos concretos de este.
Culturalmente
los portadores de
las cualidades y
actos positivos y de las
cualidades negativas, son casi siempre los mismos personajes. Durante su vida
los niños se
crean una actitud positiva hacia los primeros y una actitud negativa
hacia los segundos. Y
es precisamente sobre
esta base, y no
gracias a la comprensión, que la
valoración moral de los actos de dichos personajes resulta correcta en la mayoría
de los casos.
La experiencia previa
del niño, y no la comprensión del personaje; le permite
apreciar el contenido
de las reglas de
comportamiento, contenidas
en un relato
o historia.
Sin embargo, ya en esta edad se observa
en algunos niños
la falta de coincidencia entre la
apreciación de los
actos y la actitud emocional hacia el MOC.
Esto constituye un
síntoma de la diferenciación de la actitud emocional
inmediata y de la apreciación moral del acto.
DE LOS 4 A 5 AÑOS
En niños de edad
entre los 4 y 5 años, la asimilación
de normas éticas y la
formación de los sentimientos morales constituyen un momento importante de este
proceso general de penetración activa
del niño en
la vida de la personas adultas,
en sus relaciones mutuas, en el
sentido de su actividad y de sus actos.
Los sentimientos morales se forman y se asimilan durante la
puesta en práctica de la actividad y de
las relaciones mutuas
de los niños bajo la dirección de
los adultos.
En esta edad comprendida
entre los 4 y 5 años, según
Tsivaniuk (op cit,1995), comienzan a formarse los conceptos del Bien y
del Mal. Los niños relacionan sus actos con estas categorías y
sobre esa base les dan una
valoración.
La actitud emocional
no solamente coincide con
la valoración, sino que se
subordina a esta y se fundamenta en ella.
En esta etapa el desarrollo consiste en que la
fundamentación de la valoración
moral y el hecho de
catalogar una acción
como buena o mala se apoya
cada vez
más en la
penetración dentro de las relaciones mutuas
de los héroes
de los cuentos,
o de los personajes de la vida
real, es decir, que la
acción se toma refiriendo
no sólo a quien la realiza, sino
también hacia
quien va dirigida.
DE LOS 7 A 8 AÑOS
Soloviova (op cit, 1995), ofrece datos
obtenidos con niños de
edad preescolar mayor (7 a 8 años). A
ellos les interesa
la conducta de los personajes, sus relaciones mutuas, el sentido y los motivos de sus actos, el
restablecimiento de la
justicia violada. Les interesa los éxitos del héroe, y
tienen una actitud negativa hacia aquello que límite el éxito del héroe.
Las simpatías febriles de los niños
por los héroes
positivos, la indignación ante
la perfidia, la
crueldad de los personajes negativos, la satisfacción
por los actos de represalia, la profundización de las
imágenes positivas en las narraciones, todo
ello indica que el
aspecto moral de los
cuentos ya es comprendido correctamente por los niños; ellos entienden donde
está
el bien y dónde el mal, y con toda la intensidad de las emociones inmediatas se ponen del
lado del bien.
Estos datos indican,
que en
el trascurso de
la edad preescolar se produce en los niños una asimilación
intensiva de las representaciones
éticas.
La formación de las valoraciones éticas,
y por consiguiente, las representaciones éticas, al parecer, se produce por la vía
de la diferenciación de una
actitud difusa, en la cual
están fundidos el estado emocional inmediato y la apreciación moral.
Paulatinamente
como resultado de
la asimilación del contenido de
las valoraciones ‚ticas se van separando
cada vez m s de la
actitud emocional inmediata y
comienzan a determinarla. Se observa también no
sólo cómo se desarrollan la
representaciones ‚ticas de
los niños, sino también cómo
ellos mismos subordinan su conducta a
esas normas. Lo que permite la
posibilidad del paso de las
apreciaciones no motivadas, a una
apreciación ética motivada, que se relaciona con el surgimiento en la edad
preescolar de la
acción interna en
condiciones imaginarias que permite al niño vivir
en forma activa
el acontecimiento y los
actos en
los cuales no
ha participado directamente y, a
través de ello, comprender los motivos de los actos y diferenciar
su actitud emocional
y apreciación moral.
7 AÑOS
Los niños de 7 años ya diferencian claramente tanto la
conducta de los compañeros como la
suya propia. Al
mismo tiempo ellos diferencian en
forma conciente las reglas y
comienzan a guiarse por ellas. La conducta se hace más libre y estable
Los niños influyen
recíprocamente sobre sus
acciones y actos exigiendo el
cumplimiento de las
reglas, y pueden aceptar las reglas dadas por el adulto en forma
generalizada (a manera
de instrucción).
La asimilación de reglas,
cambia los motivos
que impulsan la conducta.
Son el resultado
de los procesos representativos que el niño elabora
gracias al uso del lenguaje, estos procesos,
reestructuran semánticamente sus
experiencias emocionales, y modifican sus
procesos autorregulatorios.
A continuación trataremos de explicar los cambios que surgen
en la autorregulación por la aparición de los motivos.
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